El Colegio de Agrimensura de Mendoza (CAM), mediante su Departamento Técnico, trabajó en una propuesta para que AySAM reduzca los plazos de aprobación de factibilidades. El trabajo conjunto con esta entidad se desprende de las preocupaciones de agrimensores/as respecto de las demoras que implica la aprobación de este tipo de certificaciones.
En detalle, el vicepresidente del CAM, Jonathan Izquierdo, y el coordinador de la Comisión de Acompañamiento a Catastros Municipales, Pablo Mantován, mantuvieron una reunión con autoridades de AySAM, específicamente con Marcela Cortinez, jefa del área Comercial y el ingeniero Alejandro Romano, jefe del área de Factibilidades. “Les planteamos la situación de demora que encontramos en la tramitación de factibilidades de servicios de agua y cloaca en esta institución”, indicó Izquierdo.
Además, señaló que “la reunión también sirvió para que Mantován les presentara detalles del trabajo que venimos realizando junto a catastros y entidades prestadoras de servicio. El objetivo es que desde AySAM designen a un representante para que se sume a las reuniones periódicas de la Comisión de Acompañamiento a Catastros Municipales, la cual tiene como principal objetivo agilizar los trámites tanto en catastros como en entes prestatarios de servicios”.
“Postulamos algunas ideas para que AySAM pueda flexibilizar y agilizar la solicitud de certificados en casos de fraccionamientos de hasta 5 mil metros y hasta 5 lotes o fracciones para que se realicen por vías más rápidas”, detalló. En este sentido, Izquierdo indicó que “entre otros temas, hablamos también de los casos de servidumbres y factibilidades para propiedades horizontales”.
¿Cuál es el compromiso por parte del CAM?
Durante el encuentro, las autoridades del CAM se comprometieron a armar un acta para presentarla en AySAM y que la entidad pueda comenzar a instrumentar los cambios necesarios para lograr mayor agilidad en este tipo de trámites.
“Hoy en día —explicó Izquierdo— cualquier factibilidad, ya sea para dos o trescientos lotes, ingresan por la misma vía, ahí ya tenemos un primer inconveniente, porque no es lo mismo una persona que va a fraccionar un terreno en dos lotes que la que va a lotear en trescientos”. “Estos trabajos no pueden demorar lo mismo, en algunos casos se trata de un plazo de alrededor de 6 meses aproximadamente, en los pequeños fraccionamientos esto se convierte en un plazo excesivo”.
“Nuestra propuesta es que la entidad pueda discriminar estas diferencias y tratarlas de manera particular, categorizada, y no por la misma vía. Este tipo de parámetro de la implicaría que la entidad distinga estas dimensiones: por un lado, las que son hasta 5 mil metros y se pretende un fraccionamiento de hasta 5 lotes, que es lo que contempla la Ley de Loteos, de las que son mayores”, explicó Izquierdo. Por último, concluyó: “El encuentro fue productivo y ahora nos toca armar la propuesta de manera formal, pero estas autoridades ya nos expresaron su voluntad política de poner en marcha este tipo de mecanismo”.